Algunos productos vegetales tienen el poder de alterar el funcionamiento de la mente humana. Como todas las drogas adictivas, los alucinógenos están estrechamente relacionados de un modo químico con los neurotransmisores naturales y actúan alterando los sistemas sofisticadamente regulados del cerebro. Todos los alucinógenos sintéticos, en general, son productos de plantas naturales químicamente modificados.
Cuando los antropólogos han ido a cualquier región remota del mundo, han encontrado personas usando drogas derivadas de fuentes naturales que alteran la mente.
¿Pertenecen los alucinógenos a las sustancias adictivas? Muchos estarían de acuerdo en incluir el PCB, porque provoca dependencia y síndrome de abstinencia como los narcóticos. Muchos discutirían para omitir los alucinógenos relacionados con la dopamina y parecidos al LSD. Sin embargo, es difícil establecer categorías claras porque las drogas psicotrópicas tienen muchas acciones superpuestas. El cerebro es tan complejo, con tantos subtipos de receptores de neurotransmisores, que ni una sola sustancia tendrá sólo un efecto biológico único. Con dosis muy bajas de LSD, por ejemplo, sólo pueden producirse alucinaciones visuales. Pero cuando la dosis se aumenta, entran en juego trastornos mentales y físicos diferentes. De modo que algunas drogas son principalmente alucinógenas con las dosis efectivas más bajas, mientras que otras son principalmente reforzadoras con dosis bajas pero pueden ser alucinógenas con la dosis más alta. Algunas veces, las alucinaciones de la dosis alta son parte de una psicosis tóxica, acompañada por trastornos graves del pensamiento. La marihuana en dosis baja, por ejemplo, produce sólo relajación, humor alterado y algún trastorno del sentido del tiempo, mientras que en dosis altas puede producir francas alucinaciones. La cocaína y las anfetaminas son poderosos reforzadores que producen un efecto intenso en dosis comunes, pero con dosis más grandes o continuas borracheras producen una absoluta paranoia, con alucinaciones y comportamiento maníaco.
Los alucinógenos comparten con todas las drogas adictivas la propiedad de que se auto-administran con la intención de alterar el estado de ánimo, la percepción y las emociones. Pero hay diferencias significativas en el contexto social en el que se usan. Entre los pueblos nativos de todo el mundo, los alucinógenos son principalmente utilizados en un contexto ritual, en ocasiones extraordinarias y bajo un control estricto. Estas tradiciones parecen reflejar una comprensión, asimilada a la cultura humana durante siglos, de que es peligroso el uso sin restricción de cualquier droga psicotrópica.
En nuestra cultura, por contraste, las drogas alucinógenas se usan a menudo de forma incontrolada. De modo que el deseo puede llegar a ser un rango destacado entre las ocasiones de consumo, y pueden constituir riesgos importantes; por lo menos para algunos consumidores, las reacciones de pánico y las psicosis tóxicas. Con dosis altas y consumo repetido, las lesiones cerebrales pueden ser a largo plazo una posibilidad real y, durante los periodos de abstinencia, los flashbacks pueden reflejar ese trastorno de la función cerebral.