Cocaína en los grifos de las casas de Gran Bretaña
En el centro de desintoxicación sin ingreso hemos leído que n equipo de investigadores que analizaba el nivel de sustancias químicas en el agua potable del Reino Unido, se sorprendió al descubrir que había una gran cantidad de componentes derivados de la cocaína que llegaban a los grifos de las viviendas incluso después de pasar por la fase de purificación de este líquido. El consumo de cocaína en Reino Unido se ha extendido tanto que los residuos de esta sustancia están contaminando el agua potable que llega hasta las casas de los ciudadanos.
La droga fue encontrada en su forma metabolizada, es decir, después de que se haya procesado a través del cuerpo.
De todos modos, el volumen de cocaína encontrada en el agua no es suficiente para provocar ningún peligro.
Según los expertos, el Reino Unido tiene el consumo más alto de cocaína de toda Europa occidental y cada vez es más barato acceder a ella, lo que facilita su consumo.
Washington permite la marihuana en ‘cookies’ y ‘brownies’, pero no en productos infantiles como las piruletas
De acuerdo a una normativa recientemente aprobada, el estado de Washington permitirá vender marihuana en las ‘cookies’, ‘brownies’ y otros productos horneados, pero no se podrá incluir droga en productos típicos infantiles como caramelos, piruletas u otros alimentos que puedan atraer a los niños.
Washington se convirtió el pasado 8 de julio en el segundo estado de EE.UU en permitir las venta de marihuana para adultos con fines recreativos. Las primeras tiendas ya han abierto sus puertas en un sistema fuertemente regulado y gravado, que fue aprobado por los votantes en 2012.
La Junta de Control de Bebidas Alcohólicas del Estado, que es quien regula el sector, publicó las directrices para el envasado y el etiquetado de los productos comestibles de marihuana hace unos días. De esta forma, se prohíbe cualquier producto, etiqueta o embalaje que sean especialmente atractivo para los niños.
Los comestibles también tiene que pasar una inspección realizada en las instalaciones de procesamiento y deben estar claramente etiquetados, indicando su contenido de marihuana. Asimismo, debe hacerse las pruebas pertinentes para garantizar que los derivados de la marihuana estén repartidos de manera uniforme en todo el producto.