Centro desintoxicación sin ingreso – El efecto del alcohol

efectos del alcohol

El efecto del alcohol varía según la forma de beber

No todos los textos del blog de Clínicas CITA van dirigidos a aquellas personas que abusan del alcohol o son alcohólicos. Creemos también interesante publicar los consejos expuestos en este texto, con el propósito de ayudar a disminuir los riesgos que conllevan los efectos secundarios del alcohol para el alto segmento de población que lo consume.

Aunque casi el 80% de la población española adulta bebe alcohol, la manera en que bebemos influye mucho en los efectos del alcohol en nuestro organismo. Si se toma en ayunas, el alcohol llega antes a la sangre y su máximo efecto podemos sentirlo entre 30 minutos y 2 horas después del consumo. En cambio, beberlo después de haber comido, minimiza sus efectos secundarios. Podemos decir que el estómago está vacío si han pasado entre 2 y 4 horas de la última comida realizada.

Si bebemos con el estómago vacío, la mayor parte del alcohol pasa rápidamente al intestino, produciéndose un clímax elevado de concentración en sangre. En cambio, si se bebe con el estómago lleno, el alcohol se absorbe lentamente y el pico de concentración en sangre es más moderado, resultando una menor toxicidad para el organismo.

Y la graduación alcohólica de las bebidas es también muy importante. Las bebidas destiladas producen un pico más agudo que las bebidas fermentadas, como la cerveza o el vino.

El hecho de ingerir bebidas alcohólicas con el estómago vacío hace que los efectos secundarios sean más rápidos e intensos. Estamos hablando de manifestaciones de calor, desinhibición, alteración de los reflejos, mareo, habla rápida y distorsionada y descoordinación de movimientos. Y en los jóvenes, estos efectos son más intensos ya que su tolerancia al alcohol es más baja que la de las personas adultas, que están acostumbradas a beber de forma regular aunque sea moderadamente.

En cambio, para acelerar la eliminación del alcohol en el organismo, la comida ya no sirve, ya que la ingesta de alimentos no acelera la expulsión de tóxicos. El hígado metaboliza a un ritmo constante de 0,1 gramos de alcohol por litro de sangre, con lo que el alcohol contenido en dos cervezas puede tardar 3 o 4 horas en eliminarse por completo del organismo.

Lo mejor es por supuesto no beber, pero, si antes de beber hemos comido bien, ayudaremos a que el alcohol pase al torrente sanguíneo de forma lenta y gradual. Si, por ejemplo, el estómago está lleno de proteína e hidratos de carbono, se retrasa la digestión y el alcohol tarda más en pasar a la sangre. Es importante incorporar a la comida algo de grasa porque hacerlo favorece que la digestión de las proteínas sea más lenta.

Y la absorción del alcohol también depende de la velocidad a la que se beba: cuanto más rápido se beba, mayor será la velocidad de absorción, por lo que hay que beber despacio, siendo lo recomendable que una copa dure más de media hora.

Y otro buen consejo es hidratarse. El alcohol es soluble en agua en cualquier proporción, por lo que cuanta mayor sea la presencia de agua en el organismo mayor será la dilución del alcohol y, por tanto, menor su concentración en sangre. Para ello, es útil alternar las bebidas alcohólicas con otras sin alcohol, para hidratar el organismo puesto que el alcohol deshidrata las células.

 

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