El 11 de septiembre del 2001, Marcy Borders llegó tarde desde Nueva Jersey al trabajo en las oficinas de Bank of America, en las Torres Gemelas, donde había empezado a trabajar un mes antes. Ponía en orden su mesa cuando uno de los aviones impactó en la torre norte. Aunque el supervisor pidió a los empleados que se quedaran en sus puestos, la mujer de 28 años hizo oídos sordos, descendió como pudo 81 plantas y llegó a la calle.
Borders andaba perdida, conmocionada, cuando una de las torres cayó y ella quedó cubierta por el polvo y las cenizas. La retrató Stan Honda, fotógrafo de AFP, e inmediatamente se convirtió en icono de las víctimas de aquella tragedia.
Ahora, a los 42 años, la mujer a la que se apodó Lady dust (la dama del polvo) y llegó a inspirar una balada folk, ha fallecido por un cáncer de estómago. Y aunque no hay forma de probarlo, la propia Borders aseguró en una entrevista que estaba convencida de que fue lo que inhaló aquel día lo que activó células cancerígenas en su cuerpo.
Sí tuvo problemas serios con el alcohol y al crack, a los que se habituó tras entrar en un estado de depresión y paranoia. ‘Empecé a beber mucho y luego mucho más, no era capaz de manejar mi vida y empecé a fumar crack porque no quería vivir. Me había rendido, dejé hasta de asearme y no me reconocía cuando me miraba en el espejo’.
Tras perder la custodia de sus dos hijos en 2011, entró en una clínica de rehabilitación. Allí se enteró de la muerte de Osama Bin Laden, su mayor miedo. Y ese mismo mes de mayo salió limpia y recuperó la custodia de sus hijos.
El cáncer apareció hace un año. Y en noviembre habló con el Journal Borders. Se encontraba en el paro y sin seguro médico, y contó las dificultades que estaba teniendo para hacer frente a las facturas médicas que se acumulaban tras las sesiones de quimioterapia, incluso antes de empezar a someterse a cirugía y radiación.