John Sewel, miembro de la Cámara de los Lores del Reino Unido, ha dimitido de su cargo y está siendo investigado después de difundirse un vídeo en el que esnifaba cocaína acompañado de varias prostitutas.
Lord Sewel fue ministro de Agricultura con Tony Blair.
Este hecho nos permite revisar una relación tan antigua como problemática entre las drogas y la prostitución.
En estudios realizados sobre droga y prostitución, se evidencia que las drogas que suponen un riesgo son actualmente el alcohol y la cocaína. Aunque se relata el uso de otras sustancias, como hachís y Poper, éstas no son sustancias muy habituales en el ámbito de prostitución.
En el caso de las prostitutas, hay un riesgo de consumo de drogas, ya que un consumo no excesivo de alcohol sirve para desinhibirse y alternar mejor con el cliente, así como para obtener mayores ingresos, en el caso de los clubs.
La creencia de que el consumo de drogas puede ser necesario para ejercer la prostitución y principalmente para ganar más dinero, está presente en el imaginario de muchas prostitutas. El uso de alcohol en clubs es un elemento estructural del contexto, pues los dueños esperan que las mujeres hagan consumir bebidas alcohólicas a los clientes, invitándolas todas las veces que fuera posible. En cuanto al consumo de cocaína es más reservado, pero se espera que con este consumo aumente el número de clientes. Por tanto, aunque se reconocen los riesgos, usar cocaína supone aumentar los ingresos y el número de clientes, pues éstos también seleccionan a aquellas mujeres que consumen cocaína con ellos, descartando a las que no la consumen.
También existe un riesgo derivado del consumo de drogas por parte del cliente. Un cliente embriagado es más proclive a perder el control y el riesgo a situaciones de violencia es más frecuente. También solicita con más frecuencia servicios poco habituales y no utilizar preservativo. Y asimismo, tanto la cocaína como el alcohol pueden producir en el cliente disfunciones sexuales que generen situaciones de tensión. Pero también este tipo de cliente podía ser más beneficioso. Un sector de ellos sólo acude a los prostíbulos para consumir cocaína en compañía y en muchas ocasiones ni siquiera realizan prácticas sexuales. Además, el cliente que usa cocaína también invita y paga más.
También se ha detectado un aumento del consumo de drogas entre las prostitutas para asegurar la clientela en periodos de crisis, debido a que algunos de ellos ponen como ‘condición para mantener relaciones sexuales que las mujeres consuman sustancias estupefacientes, sobre todo, cocaína.