En el centro de desintoxicación sin ingreso CITA, queremos compartir el testimonio de uno de nuestros pacientes.
Empecé a jugar de manera peligrosa con la cocaína. Es algo que la gente no reconocerá, pero hay muchos adictos ocultos. Yo empecé a abusar y a necesitarlo para trabajar. Me rodeé de unas personas que consumían mucho y se me fue de las manos. Empecé a ir desconectando de todo.
Mi cabeza fue degenerando. Fui acabando todo el dinero. Empecé a tener conflictos con la gente. Estaba tan tocado que no puse ningún impedimento a ir a una clínica. Me había deteriorado mucho. Si no hacía lo que me decía mi familia, acabaría en la calle.
Ingresé en CITA y después continué con un tratamiento ambulatorio. He tenido una enfermedad, porque la adicción hace que al final te conviertas en un enfermo. Pero hace falta mucho tiempo para ser consciente de que estás enfermo. Y luego, mucho más tiempo para ponerte en marcha y recuperarte. Reconozco que el proceso ha sido muy duro.
Ahora, con este pequeño texto, quiero dar a conocer el daño que me supuso esta enfermedad y lo difícil -pero posible- que resulta recuperarse.
Me gustaría hacer una pequeña aclaración sobre las razones por las que hablo de mi problema de adicción como de una enfermedad. Puede que alguien se sienta ofendido por este tratamiento porque una adicción tiene un componente voluntario -aunque sea inicialmente- y, sin embargo, una enfermedad es algo que nos sobreviene de forma involuntaria. La explicación es muy simple. Al igual que en el caso de un enfermo crónico, las adicciones a ciertas sustancias se mantienen de por vida. Y pese a que es uno mismo quien tiene la responsabilidad de no recaer en ellas, es importante mentalizarse de la gravedad de sus consecuencias