Talleres de Clínicas CITA: La autoestima

La autoestima es una cuestión de dignidad. Sería muy bueno para nosotros darnos cuenta de que valemos por el simple hecho de existir, de estar vivos. Esta vida nos brinda todos los derechos y posibilidades para trascender, crecer y madurar como personas.

Lamentablemente, esto no ocurre fácilmente en esta sociedad en la que existen sistemas, estructuras, creencias fija, modelos a seguir, normas establecidas que nos dicen cómo debemos ser, vivir y comportarnos. No quiere decir que las leyes y las diversas convenciones sean ‘malas’ en sí mismas, sino que muchas veces no favorecen o benefician a la mayoría de la gente y sí a las que las crean.

El respeto es una característica humana en la que la persona posee ética, fundamentada en determinados valores aprendidos que le indican lo que es bueno y malo para su vida. También le permite visualizar las posibles consecuencias de un acto antes de realizarlo.

Sería importante que las personas pudiéramos ser conscientes de preguntas tales como: ¿Cómo afectará a las demás personas esta actuación o esta decisión mía? ¿Y cómo me afectará a mí?

De manera que una persona con autoestima adecuada elige lo mejor para su presente y su futuro, evaluando cómo podría sentirse si por algún motivo falla o comete un error y cuánto puede esto afectar a otros implicados.

Una persona con una baja autoestima no se hace estos planteamientos, y no es extraño que, cuando algo sale mal, tenga sentimientos de culpa, de amargura, de resentimiento, de desesperanza, de desánimo, de confusión o de angustia, entre otros, por haberse equivocado.

Quererse a sí mismo es percibir los pros y los contras de toda decisión consciente que se piensa tomar y de todo acto que se va a realizar. Obviamente, no hablamos de decisiones o actos cotidianos y simples, sino de aquellos en los que haya una importante implicación que atañe tanto a mi persona como a los demás.

Trata de pensar en algunos comportamientos que no te permites realizar porque causarían daños y heridas en tu vida personal.

Sentirse competente es sentirse útil para, servicial para, lo cual genera buenos sentimientos en la autoestima, ya que ésta se nutre de los logros alcanzados o se pone a prueba frente a las nuevas actividades o desafíos.

Las personas con una buena autoestima, fortalecen la calidad de sus labores y se ven constantemente desafiadas a mejorar, a brindar excelencia donde trabajan o prestan un servicio. ‘Puedo hacerlo’, ‘Sabía que lo lograría’, ‘Qué bien que hice este trabajo’.

En el otro extremo están los que piensan: ‘no creo que me salga bien’, ‘Nunca puedo hacer nada bien’ o ‘Siempre lo echo todo a perder’

Cuando hay problemas de autoconfianza, generalmente se encuentra que las personas vivieron en hogares donde no hubo suficiente protección, apoyo, orientación, contención, seguridad, ausencia de límites adecuados, ejemplos. Y por el contrario, hubo confusión, conflicto, inseguridad, excesiva exigencia, critica, ansiedad, mentira, desvalorización de las acciones, ausencia de motivación para el logro y baja tolerancia a la frustración.

Reflexiona y escribe algunas situaciones que te generen inseguridad y desconfianza y trata de explicar el porqué.

Y por otro lado, escribe varias actividades en las que te sientas seguro. Explícate a ti mismo a qué se debe esta seguridad personal. Luego trata de comparar los sentimientos y sensaciones que has sentido en uno y otro caso.

La formación de la autoestima: Varios y diversos son los factores que ayudan a construir la autoestima. Algunos de ellos tienen que ver con el trato recibido en la infancia por parte de las personas que educaron e influyeron en la crianza y en la educación de uno.

La influencia ejercida por otras personas: Dependiendo del trato que se haya recibido, las personas pudieron haber aprendido a quererse y a sentirse valoradas o, por el contrario, a sentir desprecio y rechazo por sí mismas. Por ejemplo: ‘Eres un desastre’, ‘No sirves para nada’, o ‘Eres importante para nosotros’, ‘Te amamos como eres’ ¿Cuál fue este tipo de influencia en tu infancia y adolescencia?

El lenguaje afectivo: Las palabras tiene un poder especial para edificar o herir la vida de una persona. Las palabras producen huellas en el alma dependiendo de la esencia, mensaje, actitud e intención que transmitan. Las personas con autoestima baja, fueron heridas, en muchos casos con palabras del tipo: ‘Eres un inútil’, ‘Otra vez la has liado’, etc. ¿qué tipo de frases o palabras se usaban para apoyarte o censurarte en la infancia y adolescencia? ¿Cómo crees que afectan a tu vida presente?

Las comparaciones familiares y sociales: Comparar a las personas, generalmente las hace sentir inferiores y ridículas y causa heridas que duran años y pueden manifestarse en forma de ira y resentimiento. Esto suele suceder cuando los padres hacen distinciones entre los hijos o con otros niños: ‘Aprende de tu hermano, él si sabe hacer las cosas’. ‘Tu amigo no suspendió ninguna asignatura, en cambio tú…’. ‘El único que tiene problemas en el colegio eres tú, tus hermanos nunca’  Trata de recordar: ¿Has sido comparado con otros en algún momento de tu vida? ¿Qué tipo de sentimientos te generaron?

El proyecto de vida presente: Las metas, proyectos y planes no alcanzados, pueden ser causa de frustración y afectar la autoestima, haciendo sentir a las personas incapaces, estancadas y desesperanzadas. Por eso es tan importante enfatizar y asumir cada uno de nuestros logros presentes y tomarlos como peldaños que poco a poco nos llevarán a un futuro mejor. Esto es un recurso importante para sentirte bien: la automotivación. ¿Te sientes satisfecho con tu vida presente? ¿Qué crees que debes cambiar para sentirte más realizado como persona?

El valor de la autoestima: La autoestima puede definirse como un amor sano y adecuado a sí mismo. Significa que la persona es consciente de sus fortalezas y capacidades y que también reconoce sus debilidades y defectos. La autoestima constituye un valor que el individuo se otorga y donde se conjugan su carácter exclusivo y singular como persona y la dignidad a la que tiene derecho por el simple hecho de existir.

Algunas razones para autovalorarse son:

  • El diseño exclusivo que tiene cada persona, puesto que no hay dos individuos absolutamente iguales.
  • Motivación para realizar un proyecto de vida personal que ponga en ejecución las habilidades, capacidades, aptitudes, talentos y dones propios.
  • La capacidad de amarse a sí mismo como única posibilidad de dar y recibir amor.
  • Tener una mejor calidad de vida: una vida que merezca vivirse por su disfrute y desafíos constantes.

De modo que la autoestima se entiende como:

  • La estima, el aprecio que nos tenemos
  • El concepto apropiado que tenemos al pensar en nosotros mismos
  • El respeto integral por nuestra vida
  • La aceptación de nuestro valor y dignidad
  • La confianza en lo que hacemos
  • La seguridad de ser uno mismo
  • El valorar a otros por cuanto nos valoramos a nosotros mismos

Trata de responderte con sinceridad:

  1. ¿Cómo se encuentra mi autoestima? ¿Por qué?
  2. ¿Cuál de los anteriores parámetros considero un estímulo que me ayude a desarrollar o mejorar mi autoestima? ¿Por qué?

Mejorar nuestra autoestima, nuestra autovaloración, es una labor y, justamente porque es una labor, debe ser trabajada.

La autoaceptación: Las personas adquieren y forman conceptos sobre sí mismas, es decir, tienen maneras de hablarse, tratarse, motivarse, desmotivarse; todo esto deriva de las ideas, de los pensamientos que se cultivan en la mente.

Cando se habla de sí mismo, se manifiesta lo que se ‘cree ser’. Sin embargo, el cambio, al ser una decisión, hace ver que la persona no es lo que creía ser, puesto que los defectos y los esquemas mentales rígidos no permitían ver otras posibilidades de pensar y de actuar.

El concepto que tenemos de nosotros mismos se compone de diversas influencias: lo familiar, lo social, lo intelectual, lo económico, lo espiritual, lo emocional. Cuando, a partir de estos mandatos aprendidos, aparece alguna dificultad o complicación, esto incomoda la vida interior, el mundo interno de la persona. Por ejemplo: alguien puede rechazarse por pertenecer a determinada familia, o tener un trabajo mal conceptuado socialmente o se emocionalmente dependiente o no tener una capacitación suficiente.

La autoaceptación es un enfoque interno de la persona, conduce a pensar en un ámbito delicado donde el individuo debe hacer las paces consigo mismo a pesar de que su condición pueda no ser la más favorable.

Cuando una persona experimenta autorrechazo, generalmente debe perdonar a la persona, factor o situación que lo ha afectado, sea ella misma u otra persona. El perdón sana notablemente una autoestima débil.

Trata de pensar y analizar:

  • ¿Qué hechos aceptas de ti mismo sin ninguna dificultad?
  • ¿Qué hechos no aceptas de ti mismo? ¿Son externos? ¿Son internos?
  • ¿Qué tipo de pensamientos rondan constantemente en tu mente? ¿Son positivos? ¿son negativos?

 

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