Los trastornos por ansiedad y abuso de drogas se encuentran entre los trastornos psiquiátricos más comunes. Por término medio, la prevalencia de los trastornos de ansiedad entre la población general es de un 14%. Esta tasa sólo es superada en algunos estudios por los trastornos de abuso de sustancias, con una tasa de prevalencia media del 16%.
Tipos de trastornos por ansiedad
Se puede distinguir entre siete trastornos de la ansiedad: trastorno de pánico, agorafobia, fobia social, fobias simples, trastorno obsesivo-compulsivo, trastorno por estrés post-traumático y trastorno por ansiedad generalizada.
Trastornos de personalidad
Al menos hay dos trastornos de personalidad que se caracterizan por un nivel de ansiedad muy elevado: el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo y evitativo. Las personas que tienen estos trastornos, si las comparamos con las personas que no tienen ansiedad crónica, son más vulnerables a abusar de ciertas sustancias psicoactivas (alcohol, benzodiacepinas, nicotina).
Pueden tomar drogas como intento de afrontar sus sentimientos de ansiedad. De hecho, numerosos estudios sugieren esta relación entre los trastornos de ansiedad y el abuso de sustancias.
trastornos por ansiedad Y ALCOHOL
La tasa estimada de problemas con el alcohol en pacientes ansiosos va desde un 16% hasta un 25%. En los programas de tratamiento del alcohol, la tasa estimada de pacientes con problemas de ansiedad coexistentes va desde un 23% hasta un 69%.
Y muchos autores concluyen que la coexistencia entre los problemas con el alcohol y la ansiedad clínica no es una relación simple, unidireccional o causal. Parece más probable que el alcohol tenga la capacidad de interactuar con la ansiedad clínica de manera circular, generando una espiral ascendente tanto de la ansiedad como de los problemas de la bebida.
Por ejemplo, incrementar el consumo de alcohol, motivado por el alivio a corto plazo de la ansiedad (o la creencia de que el alcohol puede aliviar la ansiedad), puede llevar a un incremento de la ansiedad relacionada con la hiper-excitabilidad del sistema nervioso autónomo y a perturbaciones ambientales que induzcan ansiedad, que a su vez llevarán a que se consuma más alcohol para aliviar los síntomas.
Una situación tiende a desencadenar la ansiedad si el individuo se considera a sí mismo como vulnerable ante un acontecimiento o situación amenazante (es decir, desagradable, peligroso o dañino). Antes del inicio de los síntomas de ansiedad, la persona hace una serie de valoraciones acerca de lo amenazante que puede ser un acontecimiento o situación.
El núcleo central del proceso de ansiedad es la sensación crónica del individuo de que es vulnerable. Como consecuencia natural de este proceso de valoración, el paciente co un trastorno de ansiedad experimentará una intensificación de síntomas de ansiedad. La persona adicta responderá ante estos síntomas tomando drogas psicoactivas.
Por ejemplo, una persona con fobia a volar, utilizará el alcohol como sedante para poder afrontar el vuelo que tiene que hacer. Un fóbico social puede tomar cocaína para sentirse más seguro en un ámbito social. Una persona con un trastorno por ansiedad generalizada, puede fumar cigarrillos para poder relajarse (a pesar del hecho de que fumar cigarrillos produce simultáneamente un incremento de activación y de sedación)